Global Witness presente un nuevo informe denominado “Honduras en el lugar más peligroso para defender el planeta”, que pone en relieve cómo las redes criminales pueden convertir los proyectos de desarrollo en letales empresas ilícitas.
El informe señala que 123 activistas ambientales han sido asesinados en Honduras desde 2009, para ello se entrevistó a docenas de testigos y realizó sendas investigaciones para tratar de entender mejor los «poderes económicos y políticos» que hay detrás de los homicidios. Esas investigaciones permitieron producir cinco estudios de caso específicos: “La presidenta del partido nacional y su relación con presas ilegales”; “El asesinato de Berta Cáceres y los oscuros intereses que mueven la presa de agua zarca”; “La operación minera del empresario Lenir Pérez”; “La masacre de las comunidades tolupanas” y “El pueblo Garífuna y las fuerzas que apoyan el emblemático desarrollo turístico de Honduras”.
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